Las Fogueres de Sant Joan (o en castellano Hogueras de San Juan) son las fiestas celebradas en Alicante del 20 al 24 de junio, siendo este último el día de San Juan, cuando se realiza la Cremà y se prenden fuego a las fogueres, aunque los días previos y durante todo el año se realizan otro tipo de eventos y preparativos. Durante estos días, la ciudad se llena de color, música y pólvora. Las Fogueres de Sant Joan son las fiestas oficiales de la ciudad y están declaradas de Interés Turístico Internacional. En 2014, fueron declaradas Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Esta festividad tiene sus raíces en los tiempos en que los agricultores de Alicante celebraban el día más largo del año para la cosecha y la noche más corta para purgar los males. Esta costumbre se popularizó rápidamente en la ciudad de Alicante, al punto de que el alcalde emitió un bando comunicando la prohibición de encender hogueras o lanzar petardos en las calles. Este bando se publicó sucesivamente en los años siguientes, al igual que prohibiciones similares durante otras festividades como Semana Santa o San Pedro.
En 1881, el Ayuntamiento, no hizo circular el bando previsto para las fechas de San Juan, debido a un despiste. Aprovechando esto, los vecinos de Alicante se agruparon por calles creando “fiestas de calle”, en las que había juegos, música y empezaron a crearse los primeros “ninots” representando a alguna persona a la que se la criticaba. Inicialmente la población en general no se sentía muy atraída por estos acontecimientos, al igual que las autoridades seguían mostrando su repulsa.
La opinión generalizada tachaba estas costumbres como “incultas” y “bárbaras”. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo hasta que estos actos, al repetirse todos los años, sumara cada vez más población afín a estas actividades.
Ya en el año 1928 y con el bando publicándose año tras año desde entonces, aparece una asociación llamada Alicante Atracción, cuyo objetivo era fomentar el turismo de la ciudad, al igual que la recientemente constituída Sociedad de Atracción de Forasteros a nivel nacional. Los turistas en aquel entonces preferían otros destinos en el norte de España. Según José María Py, el principal promotor de Alicante Atracción, y siempre pensando en el turismo:
Las hogueras de Alicante son bien conocidas por su tradición desde tiempos remotos, deberíamos los alicantinos darles ese mismo carácter que se ha dado a las fallas valencianas.
José María era un artista gaditano que vivió durante años en Valencia, y al haber participado en las fiestas Valencianas y en la elaboración de algunas fallas, sus ideas eran similares a las fiestas que atraían el turismo a Valencia.
Expuso sus ideas en un artículo publicado el 28 de marzo de 1928 en La voz de Levante, el cual fue muy bien recibido por la población. Durante una reunión con el entonces alcalde Julio Suárez Llanos en el Ayuntamiento, explicó su propuesta de establecer una serie de comisiones por barrios para organizar las fogueres y los eventos festivos oficiales durante las fiestas.
El alcalde dio su aprobación y en junio de 1928, bajo la dirección de José María Py, se celebraron las primeras Hogueras de San Juan, las cuales fueron un gran éxito tanto en términos de asistencia como de aceptación.
Las primeras comisiones que formaron parte fueron:
En este primer año de fogueres, Py también solicita al Ayuntamiento el otorgamiento de un premio por el esfuerzo realizado por en las comisiones para plantar un monumento, una tradición que continuaría anualmente, contribuyendo además a elevar la calidad artística de las Hogueras, ya que los artistas foguerers y los diferentes barrios competían por el primer premio. Así, según consta en el acta de Pleno de 19 de juno de 1928, el Ayuntamiento aprueba un primer premio de 1.000 pesetas y un segundo y tercero de 600 y 400 pesetas. El ganador de este primer año fue el de Benalúa, seguido de Plaza de Isabel II y Plaza de Chapí. El éxito de este primer año tuvo su continuidad al siguiente. El dinamismo de Py facilitó que en 1929 se plantaran 18 hogueras oficiales y dos fuera de concurso.
Ese mismo año y en la Alborada en honor a la Patrona de la Ciudad, la Banda Municipal y el Orfeón de Alicante estrenaron el himno de la fiesta, el pasodoble "Les fogueres de San Chuan", original de dos ilustres alicantinos: el maestro Luis Torregrosa, director de la Banda, y el periodista y foguerer José Ferrándiz Torremocha, autores de música y letra, respectivamente. Dicho himno acabó siendo más conocido popularmente como “A la llum de les Fogueres”.
Los monumentos fueron adquiriendo estilo propio que los diferenciaba de las fallas valencianas, gracias a artistas como Gastón Castelló, el cual construyó numerosas Hogueras que fueron objeto de muchos premios.
Además, a partir de 1929, la tradicional Feria taurina de San Pedro, celebrada el 29 de junio, se adelantó unos días para convertirse en la Feria de Hogueras.
En 1929, se estableció una comisión gestora para coordinar las Hogueras de San Juan, debido a que la complejidad para organizar las diferentes comisiones y actos iba en aumento, siendo el primer presidente el mismo José María Py y Ramírez de Cartagena hasta su repentina muerte en 1932 a causa de un infarto.
Tras 3 años en los cuales el Ayuntamiento prácticamente se limitaba a conceder ayudas económicas a las comisiones y para los premios, en febrero de 1931 el Gobernador Civil Enrique López Frías aprueba un Reglamento para las Hogueras, según el cual el Ayuntamiento se convierte en el organizador oficial. Fue redactado por José María Py, Rafael Ferrándiz y Rafael Piqueres.
Sin saberlo, se habían conseguido ambas cosas, la oficialización de la Fiesta y la atracción de turistas, ya que esta fue tan multitudinaria que el mismo Manuel Arques Such declaraba en la prensa:
El pueblo, este pueblo bueno, quedó como atemorizado de lo que había hecho, daba la sensación de un niño que cree haber cometido un pecado.
Como es lógico las críticas valencianas no se hicieron esperar y en 1929 una Falla se refería a las Hogueras con el lema “Monos de repetición”. Pero eso, en vez de amilanar a los alicantinos, aún los estimuló más, y en pocos años se superarían las treinta Hogueras, creándose paralelamente el complemento de la Barraca, un recinto acotado instalado en plena calle y al que se accede por una portada alegórica, en cuyo interior se desarrollan verbenas, así como se puede gozar de las excelencias de la gastronomía alicantina.
Ver también Presidentes de la Comisión Gestora
El éxito de participación en les fogueres fue unido en el año 1932 a una nueva incorporación: La Bellesa del Foc y sus Dames d'Honor. La idea partió del periodista Mario Guillén Salaya, quien propuso en un primer momento el nombre de Miss foguera, que finalmente fue rechazado.
De este modo, la primera elección se realizó a través de un concurso en el que se presentaron nueve señoritas, resultando elegida Amparito Quereda, representante del distrito de Benalúa. El resto de las concursantes fueron designadas Damas de Honor.